Integridad Moral

Pensadores empresariales

Integridad moral

Al hablar de integridad moral, que pedimos y esperamos de quienes tienen mando en la empresa, insistimos que esto sólo es posible si los jefes hacen suyos, o ya los tienen, valores esenciales sin los cuales la convivencia, el trabajo en común y la vida misma no es posible. Estos valores son fundamentalmente principios morales. Algunos de ellos son:
La justicia, la decidida voluntad de ser justos.
La templanza, en términos de la moderación, la sencillez y hasta la austeridad que a veces parece un concepto demasiado exigente (la empresa no se puede dar el lujo de cometer excesos que finalmente van a redundar en el precio y en el perjuicio de los consumidores).
La fortaleza de sostener lo que consideramos que es principio fundamental de nuestra actividad, de nuestro modo de ser; fortaleza para no claudicar ante las tentaciones del facilismo, de la utilidad rápida, o de seguir simplemente la corriente de una sociedad, que en muchos aspectos, sufre un deterioro moral.

La prudencia que es una virtud que puede definirse como criterio, como conocimiento profundo de lo que se hace y con quién se hace, para encontrar las mejores soluciones y que implica escuchar al otro, tomar en cuenta al colaborador, quien tiene muchísimo que aportar. Tenemos experiencias en donde nuestra gente contribuya con mejores soluciones que las que como jefes se nos ocurre. La prudencia es una forma de sabiduría que nos orienta para tomar las mejores soluciones en nuestro papel de tener que tomarlas.

Y el amor fraterno que nos debemos entre nosotros y que está en todo lo que hemos dicho, en la entraña misma del respeto a la dignidad de cada uno, sobre todo por saber que todos somos esencialmente iguales, hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza. Esto nos lleva a sentir profundamente como propio el mal ajeno y también como propios la alegría y felicidad a las que nos sentimos comprometidos a contribuir.

Estas virtudes tienen como consecuencia valores muy concretos, como puede ser el espíritu de trabajo, la veracidad, la honradez, la vida familiar honesta, la rectitud, difícil de seguir en momentos críticos, la entereza, para en un momento dado decir no. Tales virtudes derivan también de valores que hacen más grata la convivencia, como el compañerismo, la ayuda mutua, el sentirnos todos en el mismo barco y que se tiene bien puesta la camiseta. Esto es sólo posible si se hace el propósito de vivir el espíritu de la solidaridad, de modo que quienes tenemos que pasar nuestra vida de trabajo entre las cuatro paredes de nuestras plantas y nuestras oficinas, lo sintamos como una actividad propia y realizadora, que nos va a permitir que nuestras vidas tengan más sentido.

El espíritu de solidaridad nos ayuda también a manejar los inevitables problemas y conflictos con la mayor delicadeza, con la mayor consideración de la dignidad de quienes tenemos en un momento dado que amonestar o sancionar por las exigencias mismas y legítimas de la empresa, de modo que les hagamos el menor daño posible.

Así mismo, pugnamos porque haya una ilusión y un orgullo de trabajar en la empresa, una alegría para ir a trabajar, no como una obligación inevitable, sino que se vaya con el propósito entusiasta de crear juntos algo que sea valioso.

Procuramos también tener el sentido de que en la empresa no existe ni siquiera para una generación, sino para muchas más, como obra humana sí, pero fincada en un lugar concreto que es nuestro país y ahora en otros países, y que no se debe ver como un simple negocio sino como algo de gran trascendencia, a la que nosotros hemos llamado empresa, algo que emprendemos juntos y que debe tener esa trascendencia, más allá de la vida de los fundadores.

Por lo tanto, a la generación inmediata, la exhorto a que asuma la tremenda responsabilidad de que este acervo de cosas buenas y acertadas con que contamos, las hagan suyas, profunda e inmediatamente, de manera que no decrezcan en su operación, sino que las acrecienten y las perfeccionen a un nivel mayor de excelencia.

Lorenzo Servitje.
Fundador de Grupo Bimbo
Líder Empresarial
1918-2017