Filosofía que trasciende
Austeridad
La empresa tiene como propósito generar riqueza con un sentido de responsabilidad social. Es legítima la aspiración de ésta el buscar mecanismos y formas que propicien el bienestar de sus grupos de interés: personal, inversionistas, proveedores, clientes, comunidad, etc., como también es legítima la aspiración de la sociedad que esta riqueza que se genera al interior de la empresa, repercuta en un beneficio colectivo a través de la derrama económica, la generación de fuentes de trabajos directos e indirectos, y que puedan coadyuvar en la modernización, progreso y cultura de la sociedad.
Es por eso que la empresa debe ser muy escrupulosa con sus propósitos y no desviarlos ni desvirtuarlos, es muy frágil la frontera de la disyuntiva de orientar los esfuerzos a lo productivo o a lo social y humano. Debe haber un equilibrio en estos conceptos, ya que son interdependientes, por eso debemos ser muy realistas, si no hay recursos, no habrá posibilidades de satisfacer las necesidades que se vayan presentando. LA EMPRESA DEBE SER RENTABLE desde el punto de vista financiero. Si se vale la frase: Empresa que no es rentable, es una empresa antisocial.
Es por esto que los que participan en la estructura de una empresa, deben ser muy cuidadosos con los dineros:
- Primero para agregar valor generando riqueza.
- Segundo para darle un destino escrupuloso y austero a los dineros.
Cada peso que se gana en la empresa, es producto del esfuerzo de muchos, de todos los que intervinieron en el proceso: desde el más modesto de los colaboradores, hasta el más encumbrado de los directivos. No es pertinente que se dilapide o malgaste con ligereza el esfuerzo de muchos. Quienes tienen en sus manos la decisión de realizar gastos en la empresa, deben hacerlo como lo hacen con sus propios gastos personales, como si fuera su propio dinero, de esta manera, será más racional el ejercicio de los dineros.
Por ejemplo: decidir entre comprar un aparato telefónico sólo porque ya se desarrolló uno con «más tecnología, más atractivo», cuando el que se tiene, aún puede servir para las necesidades que se tienen. La pregunta es: ¿Yo en lo personal cambiaría el aparato con mis recursos?
Hospedarse en un hotel de gran turismo o comer en un lugar lujoso sólo porque la empresa lo paga, siendo que cuando uno viaja con sus recursos, no lo hace con tanta ostentación. ¿Eso sería correcto?
Ser austero, implica una responsabilidad que cada uno de los que integran la empresa debemos asumir, buscando economías y cuidando las cosas.
Ser austero es guiarse con prudencia y honestidad al hacer uso de los recursos de la empresa.
Ser austero es encontrar el justo equilibrio entre lo verdaderamente necesario y lo suntuario.
No se trata de no gastar, de caer en el austericidio, se trata de que lo que se gaste, se haga racionalmente para cubrir las necesidades que se vayan presentando durante nuestra gestión. Esto también forma parte de las conductas propias de una persona íntegra.
